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domingo, 16 de abril de 2017

ÚLTIMA PROFESIÓN DE RIESGO






Hay denuncias en las comisarías
por todo lo que escribo:
blanca, blanca, epidermis negra,
caricatura y cosa acartonada.

Ser poeta es profesión de riesgo,
- siempre lo he dicho -
igual que pinta sombras,
o abre pasos con alas de sombrero,
lo mismo que astronauta
o comercial de briznas
de hierba de los prados
clandestinos de la imaginación.

Amante, anciana, niña:
todas protagonistas como
en Pálpitos del tren que no vuelve
la noche que describe
por wasap las tormentas.

Insisto en que ser poeta
consiste en estrellarse contra el mundo
con la excitación de las divinidades,
en despertar de golpe entre los balanceos
de las faldas que abrasan mis disculpas
y después de ordenar tu piso
pasear al perro y a los niños y al gato.

Está claro que ser poeta tiene mucho que ver
con inventar de nuevo el día,
con esa vestimenta
de la calle otra vez de moda,
con esa luz que sale junto a todos mis miedos,
con volar la ternura rota del calcetín,
con esas zapatillas de distinto formato.

Sí, hay mazmorra que sin duda se hicieron
con terrones de azúcar,
para poder el verso escapar fácil, fácil.

jueves, 13 de abril de 2017

Contraportada



De UN CUÁNTICO ALETEO EN LA BOCA se dice en "Notas de Media noche" que vino a ser la continuación der un romántico surrealismo. Ese reloj del mundo que nunca se detiene

lunes, 10 de abril de 2017

I PARA DAR OTRA VUELTA POR EL VERSO




Con la misma premura que tienen los malversadores de instantes y seres inquietos que somos, muchas veces acurrucadas lagartijas de vacaciones al sol de nuestras incontinencias, parece que cada vez nos introducimos más en la ignorancia del sentimiento de las mareas de la humanidad, la que cuentan, siempre fue buscando la base de la palabra poética, sobre todo en esos ojos, que con tonos infinitos, tienen unos puntos de resonancias paralelas y de infartos por dónde sin duda se reavivan los distintos anhelos.
UN CUÁNTICO ALETEO EN LA BOCA viene a ser otra mirada, otra mirada de múltiples colores entre los negros y los blancos de muchísimas paredes.

sábado, 8 de abril de 2017

PARA DAR OTRA VUELTA POR EL VERSO



Para dar otra vuelta a ese desnudo mundo que se nos muestra imposible entre la contaminación de las ciudades y los hombres, con los pecados mortales que representan los versos bajo las carpas de los domingos, tendríamos que subirnos a esa poesía irreverente que no almuerza con ningún catedrático, tendríamos que subirnos a esa línea seis del metro, en la que, por su trazado circular, comienzan y terminan los gritos de todas las metáforas que rompen como Apollinaire los silencios. Sí, señores sí, UN CUÁNTICO ALETEO EN LA BOCA es ese mundo poético del que les hablo.

miércoles, 8 de febrero de 2017

DIVAGACIONES DE ADAN


Hasta que mi cabeza no vuelva a estar en sus sitio, y eso por lo que parece irá para largo, he de comunicar que no os regalo más versos, (después de ocho años he llegado a la conclusión de que todo lo que se regala no se aprecia) por lo que, si me queréis seguir leyendo, que particularmente, claro está, me importa un huevo con patatas y cebolla, tendréis que buscaros otra forma de hacerlo. Bien en las bibliotecas, bien comprando mis libros, bien ignorandome como hasta ahora habéis hecho. A mí entender, no se han alcanzado los objetivos fijados.

jueves, 22 de diciembre de 2016

GEOGRAFÍA INVISIBLE



Primero fue la piedra y al final será ella
cerrando las dos puertas del corazón del tiempo

Laureano Albán Rivas


Deberías llevar en la solapa:
la cordura de las hojas silvestres,
que cubren el otoño y mi retina.

La pluma que escribió y escribe
azules compromisos en su vuelo
anudado sí, igual que tus andanzas,
al tiempo por venir.

Deberías llevar en la solapa
la estrategia amorosa
del cortejo del aire, de las manos
del extasiado labio de los días,
de esa insignia sin nombre
de un contoneo poeta.

Humildemente,
geografía invisible, te la pongo.

viernes, 2 de diciembre de 2016

CONSONANCIAS DEL SILENCIO



Hasta que mi cabeza no vuelva a estar en su sitio, y eso, por lo que parece, va para muy largo, he de comunicar que no os regalo más versos, ni más poemas, ni más amistades, (después de ocho o nueve años, he llegado a la conclusión de qué todo lo que se regala no se aprecia) por lo que, si me queréis seguir leyendo, algo que particularmente, claro está, me importa un huevo, en su justa medida con patatas y cebolla; tendréis que buscaros otra forma de hacerlo. Bien en las bibliotecas, bien comprando mis libros, bien ignorándome como hasta ahora habéis hecho. A mí entender, no se han alcanzado los objetivos fijados por la cara de niña que presenta la foto.


Consonancias del silencio

Solo en este momento de elegir
cierro y me derrito polvo de tantas ausencias:
la doble cara del árbol ante la puerta solo.

Déjame penetrar en tu silencio.
Déjame buscarte en el dintel desmemoriado
de todas estas cenizas de ausencia
que nos envuelven siempre, siempre.
Déjame acercar al beso todo su relámpago.

Aquí donde duerme la luna
su llamarada o su llanto de infancias,
hay puertas transparentes
que se cierran al abrazo veloz del olvido:
¡como si Dios nunca estuviese dentro!