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martes, 29 de mayo de 2012

MENSAJERO





Basta de estupideces,
de oler a combustible y polución,
de continuar la misma lucha
casi todos los días,
trémula y contundente
donde comienza el mar.

A estas alturas,
para cada conquista, es necesario
nuestro exterminio a la resaca
del cocido de viernes.
Tu aniquilación y mi ruina.

Somos experimentos
de copias caducadas,
ensayos de los hombres;
todas y cada una de sus torpezas.

Los requiebros sonoros
de muchas tonterías,
la carta llena de cenizas
comunicando tu abandono,
algo de tiempo
para repartir en la tarde
de los domingos.

sábado, 26 de mayo de 2012

INTENCIONES SUICIDAD





¿Mencioné que maldije
la vida, el marfil y la plata?
Tal vez porque jamás descanso:
el miedo que me acecha
tiene la dimensión que tiene el verso
enquistado por noches y noches de apariencia,
por la estirpe de las manos creadoras
por el día del todo incomprensible.
Estira, estira un poco más
que ya estoy roto,
casi entreabierto,
librándome de su martirio.

lunes, 21 de mayo de 2012

CITAS

En la imagen visionaria, para interpretar, no precisamos saber racionalmente, sino solo sentir. En ellas al poeta, no le interesa el parecido físico inmediatamente reconocible por la razón, lo que le interesa es la semejanza emocional. C. Bousoño

martes, 8 de mayo de 2012

VOLVEMOS AL EXILIO





Se nos ve extraños, más que nada
junto a la oscuridad dormida
y sin límites del olvido.

A punto de morir a los noventa,
aprendemos idiomas.

Somos los descendientes
de una mañana rota,
como las gomas de sabores
que convertimos en pájaros,
viniéndose a posar una y otra vez,
en el mismo bostezo.

Amantes de confeti y despedidas.
Y la luz escapando
de las piernas abiertas,
vuelve siempre al exilio.

Amigos personales
que hacemos en low cost,
al rebufo de la sabiduría,
kilómetros de asombro.

viernes, 4 de mayo de 2012

BUSCO TRABAJO





Sí, puedo trabajar como amante,
como chef que prepara la cena,
como despertador del alba,
como astrólogo, como mensajero
para el dios saltimbanqui de las flechas,
como Adonis borracho de misterios,
como ayudante de profeta
como epílogo de las nupcias,
como protagonista al que tantos saludan,
como aroma de incienso en el altar
de los días impares.

Sí, puedo trabajar de cualquier cosa,
pero mi profesión, que avanza
con temporal en el bolsillo
inmensamente abierto, quién lo dijera; es otra:
en los bancos del parque compañero,
y aunque no tenga nada que ver con este mundo,
soy un escorpión tatuado en tu ombligo a carcajadas
con la única disculpa de que nadie me llama.