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martes, 25 de julio de 2017

Consonancias del silencio "Consonancias de la voz"

https://www.amazon.es/dp/1796259233

Consonancias del silencio

Solo en este momento de elegir
cierro y me derrito polvo de tantas ausencias:
la doble cara del árbol ante la puerta solo.

Déjame penetrar en tu silencio.
Déjame buscarte en el dintel desmemoriado
de todas estas cenizas de ausencia
que nos envuelven siempre, siempre.
Déjame acercar al beso todo su relámpago.

Aquí donde duerme la luna
su llamarada o su llanto de infancias,
hay puertas transparentes
que se cierran al abrazo veloz del olvido:

¡como si Dios nunca estuviese dentro!

                        De:  Consonancias de la voz

miércoles, 19 de julio de 2017

Reseña a UN CUÁNTICO ALETEO EN LA BOCA Por Mentodicles Redimo

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Ya sabes donde me puedes encontrar, a la vuelta de la esquina de tu imaginación. Aquí, en este abismo donde caen tus circunstancias.

Vamos a ver si nos aclaramos mientras, como dice Maximiano "Suena un despertador con el que me recreo", o seguimos y seguimos enciscándonos con los peldaños de una historia y otra historia, siempre lateral y contundente, pétalo de las formas antiguas en las que, con tanta comodidad, por conveniencias y mala praxis nos desenvolvemos tan bien, a las tres de cualquier mediodía.

Particularmente, después de haber vivido en un segundo sin ascensor, "Hay un hambre general", y a mí me da lo mismo sobrevivir o no al cielo de los inocentes acusados, o al infierno de los tíos y de las tías buenas; mis dedos, de sobra saben cómo han de moverse entre tus mariposas, como han de dibujar tus constelaciones, como han de morir para vivir entre tus dedos.

Y puesto que sucede ahora lo mismo que sucedió siempre. Y puesto que, vuelvo a no estar dentro; ni al lado, ni cerca, ni nunca, ni más allá, ni más acá de la burbuja de tu consciencia o inconsciencia, me voy a dar un baño lejos de las multitudes, alrededor de tus miradas, justo aquí, impertinente caradura que sin querer se os escapa, lo mismo que el significado de los versos que escribe Maximiano. Particularmente, pienso que vosotros os lo perdéis, y os perdéis los cien mil escenarios de sus salpicaduras. 

Expuesto lo cual, ya os puedo decir que: UN CUÁNTICO ALETEO EN LA BOCA vino a ser todas y cada una de las pretensiones posibles o imposibles que acercan, sin ser fácil, ya lo advierto, la locura o realidad estacionada en la cabeza del autor, mientras, espera que te cambies de calzado para ir, en la tarde, a pasear con él. "Me agota y me detiene mi torpe independencia:" Dice en uno de sus versos. Y parece, ¡mira tú por dónde!, a mí no me sorprende, pero así se ha escrito, que ya se ha convertido en toda una renovación y revolución de dichos y redichos, de luces y de sombras que hacen un total de veintinueve segundos, de cinco en cinco mundos que, a su manera, lo van dando consistencia hasta conseguir imaginar como alcanzar esas veintinueve distancias tratables o intratables de las que está compuesto, y de las que se habla, "En un cuántico aleteo en la boca" -ya te lo digo-: o bien, bien, o, mal, mal, y de las que ya, incomprensiblemente, se escriben tesis favorables y desfavorables para enseñar a las nuevas generaciones. "En el calor azul de los invernaderos, preguntas y respuestas". 

Bueno. Vale. Digamos que, para la comida rápida, la que hoy está de moda, es complicado digerir tanta distancia. "Sobre los pechos de las bailarinas, los lenguajes de mi universo". Que, a Maximiano, le importa poco ser, o no ser mortal o inmortal. Que cuando se lee por primera vez, y tan solo se raspa la superficie de su verso: distinto, contundente, fuera de los recorridos habituales, ya lo digo, tan distinto a todo lo que hasta hoy estáis o no acostumbrados, que acaso, antes de ir al curro, no os dé tiempo para hacer la digestión. ¿Y sabéis qué? Lo bueno de no esperar nunca nada, es que no se tiene que dar a nadie explicaciones, que todo fluye hasta tropezar con la historia, aunque, esta, venga de forma natural, de cinco en cinco segundos hasta completar veintinueve complicaciones. 

Para que no os pille desprevenidos, ya os lo suelto aquí, a plena luz, a instante y fuerza, a palabrajos cara a cara, UN CUÁNTICO ALETEO EN LA BOCA, poéticamente ha llegado para cambiar unas cuantas cosas, unas cuantas formas oxidadas de cantar y contar las cosas, o al menos, así lo defiende muy vehemente Maximiano Revilla.

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                                                                              Mentodicles Redimo