Vistas de página en total

viernes, 26 de junio de 2020

A las seis de la tarde de un lunes con dislexias

https://www.amazon.es/dp/B086PTDXZN




I
Hola constelaciones
en las que alguien amado
de cintura hasta el cielo,
observa inconsistencias
totalmente frondosas
al cansancio de sus miradas:
sentimientos de Dios hacia el ocaso.

                  ---o---   

X
Historias que se crean,
al cogerse las manos
en línea recta, recta hasta la calle,
en la noche de algún dios arquitecto,
alguno – ya lo pienso – que hoy se duerme,
con vistas al mar, lejos del paseo
prometido e hilvanado
contra las fotos del recuerdo.
Alguno que, en los ratos libres,
no le queda más qué subcontratarse
en el mantenimiento de la luz,
de las familias y los encuentros.
¿Cuánto, cuánto infinito, tienen
esas camisas puestas
sobre un alma bullente?

                   ---o---

XLIV
Hola desesperanzas
que al desayuno forman
en fila de a uno,
contra mis despedidas,
conspiraciones
a chocolates con nata.
La que nunca confirma,
lo suficiente, que se gusta
como para afrontar en el deshielo
no ser más una planta,
ni ser calidoscopio
entre mis lealtades,
entre sus esmeraldas.
Ni mirar a los miedos de su mundo,
ni hacia atrás, ni a los lados,
ni de frente al abrirse la fortuna
de las contraventanas.
Y ser amante, casi nube,
casi espejo, sí, casi espejo
de algunos compromisos
rompibles o irrompibles
que cenan a las ocho.

martes, 9 de junio de 2020

De dos a cinco sobres de Almax a palo seco de "Notateti"


De dos a cinco sobres de Almax a palo seco


Tras muchos come,
y come caracol
que te deslizas por mis barbas,
he conseguido ser casi
visible.
 
Tierra para la casa tierra,
harén sin erotismo,
persona inofensiva,
el inspector del riesgo
que conlleva vivir,
para pagar dos veces
esta losa que se me viene encima.
 
Cada apertura de expediente
de todos esos que viven hoy
de rebuscar en la basura,
de los que, sin escrúpulos,
nos machacan a impuestos,
me cuesta un gran disgusto.
Me cuesta, sí, me cuesta,
de dos a cinco sobres
de Almax a palo seco.
 
Sin consultarnos,
vendieron nuestra historia
nuestra cabeza y nuestro sentimiento.
Negociaron con el amanecer
la posibilidad de salir,
todos los días, un poco antes.
 
Tuvimos que partir precipitadamente.
Los aires del entorno
se volvieron del todo irrespirables.
 
Admito que, a ningún otro, no, no
le dio tiempo a correr tanto, no, no,
ni a levantar de su ignorancia,
ni a embalar su conciencia,
ni a escoger las tres o cuatro cosas importantes
que pensaban cargar en el camión de los recuerdos:
Naftalina, pan de trigo y mucha mala leche.
 
Nadie tejió este día en otro amanecer.
Somos todos, puntadas industriales
de este destierro a toda prisa,
sin tranquilidad ni conciencia.
 
Sin horas suficientes para apagar la luz,
ni cerrar los portones,
ni los grifos del baño,
se queda todo
como para volver mañana.
 
Para mí, aunque me duela esta mentira,
es evidente que borramos
la senda de regreso,
de la armonía que nunca dejaba
de cedernos el paso.
Sí, es verdad que aún nos queda
el televisor para conciliar
en muchas ocasiones un mal sueño
 
Me pregunto si no fue mi persona
quién mutiló este mundo de ilusiones
que debía crear para ti:
cuatro paredes en la que aún nos deja
estar el banco,
flores todas las mañanas
y notas donde van mis besos.

martes, 2 de junio de 2020

“Los nietos de Don Quijote” LA ESCUELA DE LOS SOFISTAS


“Los nietos de Don Quijote”

Los lugares comunes son los enemigos de la ciencia, son los sepultureros de la verdad. La mayor parte de los hombres reposan tranquilos y satisfechos sobre un cierto número de lugares comunes que les ahorra el trabajo de pensar. Hasta los entendimientos más agudos y zahoríes tropiezan y se detienen al dar con uno de estos pedruscos seculares. El lugar común es el dogma del necio...”

Ricardo León