NUNCA
BROMEO
Y es un lujo morir habiendo
prescindido del desayuno
ELENA MEDEL
ELENA MEDEL
Nunca
bromeo ni olvido. Escúchame.
Las cosas importantes, nunca pasan,
van y vienen igual que profecías
del corazón a la cabeza.
Dios, cuantas dudas has puesto en mis manos.
Las cosas importantes, nunca pasan,
van y vienen igual que profecías
del corazón a la cabeza.
Dios, cuantas dudas has puesto en mis manos.
la inocencia sagrada de tu aliento.
Pareces infinito y frío, memoria de la luna
y los hijos que no quise tener.
¿De qué sirve empaparse de lágrimas o estrellas
cuando el sol que no se olvida borra su rastro?
sin hacer ruido, te dejo escritas
las turbulencias que traen
los asientos traseros
de un automóvil,
o la habitación de un hostal,
o el verde pobre de los parques.