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viernes, 27 de abril de 2012

MUJERES



Somos madres con hijos,
siempre rehenes
de algunas maldiciones,
esposas que cerramos
con éste último elogio
las puertas del ayer.
No, ya no somos más
una cinta que oculta el seno,
ni el refugio de los abrazos
que llegan antes o después del alba.
Somos el movimiento,
los latidos del día
y su respiración,
mujeres que proclaman desde aquí
su viajera existencia.

lunes, 23 de abril de 2012

TODA LA ETERNIDAD




Estás enferma,
respiras mal,
y en el hotel de los dolores
lleno de islas de lámparas del día
te desabrochas el sujetador.

Yo tuve que dormir en los pasillos
de tantos hospitales,
llevar urgencias en los dedos
y algunas depresiones en el alma
que recé ateo para que nadie lo viviese.

Sí, tú descansa
que para morir aún tenemos
toda la eternidad.

En la noche, los ojos mustios de la enfermera
que habla idiomas y se junta con gente importante,
que decidió ella sola soltarse los cabellos
dejando escapar un sabor triste
a culpas sonorísimas,
se cierra al dolor de los extraños.

Ya ves amor que no me aparto,
que estoy a tu lado y te sirvo la cena,
que no imagino mi final sin ti.

jueves, 19 de abril de 2012

AYER ME ALEGRÉ DE NO VERTE




Ayer me alegré de no verte
náufrago de los bares,
en cualquiera de las esquinas
de este u otro mundo,
bebido por saber mezclar
un bote de cerveza
con el cielo que pinta
de licores la aurora.

Ayer demolí los silencios,
de algunas reflexiones
su canción de marfil irreal,
la ceguera de mi delito,
los siempres y los nuncas,
brillantes y resecos que ocupan mi ser,
los muros de la casa y mis errores.

Bien a la luz, destruí la estantería
donde se ordenan todas las especias,
y el tiránico polvo de los días de asueto,
las pócimas de amor escritas en los libros
que nunca tuve la ocasión de ojear.

Corté las raíces de las buenas formas,
y crecí sólo, sólo y ensombrecido:
de cartón piedra, tan cansado
que ayer me alegré de no verte,
de no haber roto la esperanza
de su plural anclaje.

miércoles, 18 de abril de 2012

A LAS CINCO DE LA MAÑANA




A las cinco de la mañana
cuando nos despedimos
hay profecías por cumplirse
llegando en bicicleta,
profecías que mientras
se burlan de nosotros
dan la impresión de olvidar el alzheimer.

En el rostro de un niño que nos deja sin nubes,
hay leyendas que se alzan sobre tres comentarios
equivalentes a los buenos días
y ambiciones que no se pueden despegar nunca
como ese imán de los recuerdos
en la puerta de la nevera.

Hay esculturas de rodillas
que están ideadas para impresionarnos.
Estatuas hechas de carne y hueso
y a contra luz de poemas
de lágrimas y abrazos de la gente común.

A las cinco de la mañana
cuando nos despedimos,
sí, pensé gritar, pero no me acuerdo

lunes, 2 de abril de 2012

TODO BIEN PLANCHADITO





Hasta que mi cabeza no vuelva a estar en sus sitio, y eso por lo que parece irá para largo, he de comunicar que no os regalo más versos, (después de ocho años he llegado a la conclusión de que todo lo que se regala no se aprecia) por lo que, si me queréis seguir leyendo, que particularmente, claro está, me importa un huevo con patatas y cebolla, tendréis que buscaros otra forma de hacerlo. Bien en las bibliotecas, bien comprando mis libros, bien ignorandome como hasta ahora habéis hecho. A mí entender, no se han alcanzado los objetivos fijados.