Vistas de página en total

jueves, 30 de diciembre de 2010

EL ROSTRO DE WALT WHITMAN



De vacaciones,
en la pared de mi cabeza,
hay un concierto
de ritmos sin molduras,
el rostro rasurado de Walt Whitman:
una danza de instantes en tus senos,
calles con olor a paraíso
al que sin duda
se aferran mis cadencias.

Deja que pinte los jadeos
de un prado en tu azotea,
cualquier curiosidad de la luz sin su forma.
Un río en la mejilla, una constelación
donde nacen y duermen los encuentros,
esa fugacidad de luna que nos invade
cuando desaparecen los pijamas.

En el cartel que nos anuncia
como amantes del mundo,
hay vidas que no se detienen
mientras recorren los dedos la espalda,
mientras suena Amaya Montero,
mientras pasan las hojas de hierba.

jueves, 9 de diciembre de 2010

POEMAS PARA CREAR ESCUELA II Julieta dobles


Me siento emocionado. Hoy, desde POEMAS PARA CREAR ESCUELA tengo el honor de presentaros a Julieta Dobles: una poeta sencillamente GRANDE, magnifica, genial. Todos aquellos que hemos tenido la suerte y el privilegio de aprender a su lado, creo que entienden lo que quiero decir.
Accésit del Premio Adonais en España y distinguida con el Premio Nacional de Poesía en Costa Ricas, se podría decir que son sus mejores avales, y sin embargo yo la destacaría como persona por su grandísima humanidad. Gracias Julieta.

Hoy que el mundo se mueve sobre todo por esas delicadas hebras de acero del interés, ¿qué argumentos nos propondrías para que éste u otros mundos, leyese tu poema?

Querido Max: He leído tu mensaje, y con gusto te presto mi poema y todos los que quieras.
Respecto a tu pregunta, en realidad la poesía es una iniciación, y desgraciadamente no todo el mundo está listo para recibirla. Necesitamos preparar mejor al gran público, sobre todo a los jóvenes para que lean con provecho y placer la poesía que tantas puertas puede abrir a sus lectores. Por lo tanto, yo creo en volver a leer poemas que hablen al ser humano actual en escuelas y colegios, como antes

Falacia patética

La muerte siempre llega a las tierras hermosas.
La senectud también,
con su terrible estertor sibilante.
Y el dolor con su brasa agotadora,
todo llega, aunque el aire sea azul y perfectísimo.
Aunque la mano verde de la vida
extienda sus fulgores sin sed sobre los prados,
tendremos ya la sed, si nuestra sangre
marcha penosamente, presagio de agonías.

El paisaje es un templo,
un cortinaje, un escenario, un buque
que está allí. Lo tomamos
y le damos mil formas de delirio y apego.
Lo hacemos nuestro, creamos sus colores,
sus formas, su alegría, sus silencios, su música.

¿Quién no ha enterrado a algún amigo
bajo un cielo sin penas,
inoportunamente azul hasta la asfixia?
¿Quién no ha gritado de rabia o de despecho
en una noche blanca de luna inverosímil?
¿Quién no ha llorado junto al mar glorioso
como una puñalada de desdenes,
el abandono o la soledad?

El mundo es nuestra obra,
y la belleza sale de nuestros ojos,
y se posa feliz, en los pedruscos
más grises del camino.
Seguiremos creando muros contra diamantes,
enjambres de palabras o nubes o silencios,
muertes o bienvenidas.
Tenemos la palabra,
como decir los mundos.

Julieta Dobles
De su libro: POEMAS PARA ARREPENTIDOS