Novia del aire, del suspiro con representación, y cuerpo
de ese acontecimiento, de un pasado,
que vuelve, a punto de morir y abrir las puertas a la vida
y a la lluvia un paraguas para que se refugien
uno o dos pensamientos, aún, por purificar.
A la una y uno
Los miedos siempre son infantes
que vuelven otra vez cada mañana,
como las piedras y las heridas
y los cristales de los ojos
por los que apenas vemos.
De: Un cuántico aleteo en la boca
No hay comentarios:
Publicar un comentario