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viernes, 10 de febrero de 2012

LINEA 7





Reconozco mi angustia
mi aburrimiento y tu sensiblería.

Las travesuras de una voz vacilante y atea
cuando quiere contar lo que vieron los ojos,
los pasos de la muerte que nos ponen
al mismo borde del andén.

En tu resplandeciente cara,
un niño que bracea a favor de las nubes
es el reflejo del asombro enternecido,
y acaso un par de olas en la frente,
nos den la bienvenida
mientras el cuerpo dice adiós.

En el incendio donde acaba tu desnudez
comienza el dramatismo
de una noche que se cubre de sombras de ti
en hora punta.

En las colas del paro
solo por alusiones
últimamente se puso de moda
como en un sueño que se repite
la invisibilidad del mundo,
páginas llenas de regresos,
de notas que no aclaran nada, nada.

A punto de concluir el mundo
éste podría ser el poema de un suicidio
o unos versos de vida y esperanza.

lunes, 6 de febrero de 2012

s.XXI




Hubo crisis de sándalos violentos
y de presidentes y de mobiliarios
con formas y cajones de Ikea,
sin duda dentro de los plazos
de las disculpas que restauran
a los hombres y a Dios,
a pirámides y principios
de mi casa por dentro.

Electricidad y fontanería,
paredes, suelos, puertas y ventanas,
cocina, salón y pasillo.
Dormitorios con luz al este
luminoso de nuestra infancia,
cuarto de baño
presidiendo la luna
de los cuerpos sin cuerpo,
mesa comedor para un invitado
en los márgenes vivos de las piernas.
Para uno. Sí, sí, sólo para uno.

La crisis de los hombres
comenzó en la cabeza,
con vete tú a saber que palabra precisa,
o que acto, o que rostro, o que provocación,
con ese huir eterno de las cosas
que sí, están, anotadas
en cualquier analítica
como el colesterol que nos tapona las venas.

jueves, 19 de enero de 2012

LA RAZÓN HABITABLE DE LA CASA





En la cama prefiero
olvidar el presente
y su monotonía,
darme la vuelta
al ritmo de tu diástole
hacia la lluvia,
hacia el futuro,
hacia lo que se olvida.

Si, prefiero sentir
al otro extremo del ordenador
gente y más gente que hace guiños,
que aleja de la luz del día,
los miedos intratables de la sombra,
de las manos absueltas,
de los corros de amigos
de los dioses de siempre.

En la cama prefiero dormir y descansar.
Para el sexo, sí para el sexo
cuando el refugio de los brazos forman
la razón habitable de la casa,
abrámonos a la inventiva.

viernes, 13 de enero de 2012

CUANDO ME NIEGO




No, no voy a ser yo quien
apague la luz del crepúsculo.
Claro que yo sé muy bien como
el crepúsculo se emociona,
como se acerca dueño
de las criaturas ciegas,
y sí, las pone de arcilla los ojos:
ojos para nacer al verso.

Por supuesto que no voy a ser yo
quien diga como nacen las estrofas,
o la continuación rayada de un soneto,
como la silva, silba en la distancia.
Como elegantemente vestidos se equivocan.

Nooo, ya te digo que no voy a ser yo
la piel de una tormenta de mentiras
el rasgo exacto escrito de la voz,
un gesto en las portadas del domingo.

Yo solo soy lo que se ve
debajo de la tapa:
resentimiento

miércoles, 11 de enero de 2012

MAXIMIANADAS I



Con los años se vuelve
a querer disfrutar
aquella sencillez
niña que nos devora.

lunes, 26 de diciembre de 2011

MAXIMIANADA DEL SOL



A la vuelta de alguna estupidez
que siempre toma el sol aquí,
donde se juntan las aguas conmigo,
al principio creyente
de cualquier miramiento,
al final de alguien que nos habla
como el ángel de los sueños al oído,
alguien que al despertar entre mis pantalones,
moja inconsciente su existencia,
alguien que sabe
la incertidumbre de vivir
acumulando esfuerzos
y asombros y mentiras
que paguen de otra forma, vacaciones.

viernes, 16 de diciembre de 2011

EL VAGABUNDO DE MI PUERTA




Quiso ser en mi puerta: luminoso catálogo, liso y desternillantes, provocadora envoltura de jueves, la llave anaranjada de algún mundo asilvestrados, telefonista de los grillos, vendedor de humildades.

Sólo bebía los cuatro licores de las encuestas, las luciérnagas que de mí se alejan, los residuos de luz que filtraban las nubes, el doliente reverso de todos los centauros.

No alcanzo a recordar, si en alguna ocasión, pagué por amargarle un poco más las horas.