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lunes, 15 de febrero de 2021
miércoles, 20 de enero de 2021
A LA UNA Y VEINTIOCHO de "Un cuántico aleteo en la boca"
jueves, 7 de enero de 2021
jueves, 17 de diciembre de 2020
A LA UNA Y VEINTICUATRO de "Un cuántico aleteo en la boca"
A la una y veinticuatro
el álbum de cromos
de los suspiros de la infancia,
me vence la ironía
de un nieto transgresor
que monta en patinete.
Y
marzo que escondió
a otras mentalidades
los lutos azulados del cepillo,
de golpe va y se nos suicida
sin su bolsa de aseo,
sin sus condones, ni sus Tampax.
a otras mentalidades
los lutos azulados del cepillo,
de golpe va y se nos suicida
sin su bolsa de aseo,
sin sus condones, ni sus Tampax.
jueves, 29 de octubre de 2020
A LAS CINCO DE LA MAÑANA de "Notateti"
viernes, 23 de octubre de 2020
RESACA (ESPADAS COMO LABIOS
Un alma, un velo o un suspiro,
un rápido paso camino de la luz,
un entrever difuso (luz, espérame),
esa esperanza ahogada por la prisa.
un rápido paso camino de la luz,
un entrever difuso (luz, espérame),
esa esperanza ahogada por la prisa.
Este ancho mar permite la clara voz nacida,
la desplegada vela verde,
ese batir de espumas a infinito,
a la abierta envergadura de los dos brazos distantes.
Oh horizonte de viento quieto, lejanía.
Sospechas de dos mariposas de virgen
aquí donde las ondas son kilómetros.
Una dulce cabeza, una flor de carbón navegan solas.
Solo faltaría una pluma, una pluma compuesta
hecha de dedos ciegos,
de abandonados ya propósitos de anteayer distante.
Así para tocarse, para comprobar la frente o el cuello,
la carencia de sangre,
ese reflejo verde parado por las venas,
mientras cercados por la densa ojera
están hundidos dos besos morados.
La flor en el agua no es un gemido.
No quemada, no ardida, boga callando,
reservando su perfume implacable
para correr como loco por las arterias ausentes.
La embriaguez de entonces, la belleza serena,
la voz naciente,
el mundo que adviene;
abrázame mientras tanto,
que al fin me entere yo cómo sabe una piel que sorprende.
Quién sabe si estas dos manos,
dos montañas de pronto,
podrán acariciar la minúscula pulpa
o ese dientecillo que solo puede tocarse con la yema.
Si abandono mi mano sobre tu pecho,
oh, no mueras como un suspiro aplastado,
no disimules tu calidad de onda al fin opresa.
Pervive, oh mía, aquí sobre la playa ahora en fin que no vivo,
que puedo tenderme en forma de espuma y bañar unos pies no presentes
para retirarme a mi seno donde extremos navegan.
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