Somos madres con hijos,
siempre rehenes
de algunas maldiciones,
esposas que cerramos
con éste último elogio
las puertas del ayer.
No, ya no somos más
una cinta que oculta el seno,
ni el refugio de los abrazos
que llegan antes o después del alba.
Somos el movimiento,
los latidos del día
y su respiración,
mujeres que proclaman desde aquí
su viajera existencia.
Muchas gracias por la parte que me toca!!
ResponderEliminarMil besos Maxi.
Buen blog y buenos escritos amigo. Seguire viendo tu blog para poder así disfrutar de alguna lectura agradable Saludos desde Conil ( Cadiz), ve mi blog sobre alquiler piso conil
ResponderEliminarGracias Jesús. Espero seguir haciéndote disfrutar. un saludo
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