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martes, 19 de abril de 2011

TU BOCA QUE ME VISTE Y ME DESTRUYE, pág., 36



No, no soy yo ese poeta
que aún antes de ir al sueño,
siente como va y se precipita la memoria,
sobre algo incomprensible, sobre todo violento,
sobre nada nuevo que suceda en mi cabeza.

Soy consciente, de cual es la sensación que causan
sobre mi cuerpo las hormigas.

Sé que soy, si me miras hoy con detenimiento:
un habitante falso, esa sensación, de que algo
se firma de urgencias dentro del cristal,
el envés depilado de algunas ironías,
la deshonra de la luz de la especie,
aquí alarido que penetra y repta,
allí las horas vivas que emulan a los maestros,
el final anciano que acerca un verso de niño.

Sé que me duele animal esta necesidad
que tengo del latir del mundo,
aunque no me arrepienta
aunque me transparente;
esta necesidad que tengo por recorrer
la lejanía del carmín de una desmemoria:
ésta que viene y me eleva y me ofrece
un parlamento. Dentro va tu boca.
Tu boca que me viste y me destruye.

jueves, 30 de diciembre de 2010

EL ROSTRO DE WALT WHITMAN



De vacaciones,
en la pared de mi cabeza,
hay un concierto
de ritmos sin molduras,
el rostro rasurado de Walt Whitman:
una danza de instantes en tus senos,
calles con olor a paraíso
al que sin duda
se aferran mis cadencias.

Deja que pinte los jadeos
de un prado en tu azotea,
cualquier curiosidad de la luz sin su forma.
Un río en la mejilla, una constelación
donde nacen y duermen los encuentros,
esa fugacidad de luna que nos invade
cuando desaparecen los pijamas.

En el cartel que nos anuncia
como amantes del mundo,
hay vidas que no se detienen
mientras recorren los dedos la espalda,
mientras suena Amaya Montero,
mientras pasan las hojas de hierba.

jueves, 9 de diciembre de 2010

POEMAS PARA CREAR ESCUELA II Julieta dobles


Me siento emocionado. Hoy, desde POEMAS PARA CREAR ESCUELA tengo el honor de presentaros a Julieta Dobles: una poeta sencillamente GRANDE, magnifica, genial. Todos aquellos que hemos tenido la suerte y el privilegio de aprender a su lado, creo que entienden lo que quiero decir.
Accésit del Premio Adonais en España y distinguida con el Premio Nacional de Poesía en Costa Ricas, se podría decir que son sus mejores avales, y sin embargo yo la destacaría como persona por su grandísima humanidad. Gracias Julieta.

Hoy que el mundo se mueve sobre todo por esas delicadas hebras de acero del interés, ¿qué argumentos nos propondrías para que éste u otros mundos, leyese tu poema?

Querido Max: He leído tu mensaje, y con gusto te presto mi poema y todos los que quieras.
Respecto a tu pregunta, en realidad la poesía es una iniciación, y desgraciadamente no todo el mundo está listo para recibirla. Necesitamos preparar mejor al gran público, sobre todo a los jóvenes para que lean con provecho y placer la poesía que tantas puertas puede abrir a sus lectores. Por lo tanto, yo creo en volver a leer poemas que hablen al ser humano actual en escuelas y colegios, como antes

Falacia patética

La muerte siempre llega a las tierras hermosas.
La senectud también,
con su terrible estertor sibilante.
Y el dolor con su brasa agotadora,
todo llega, aunque el aire sea azul y perfectísimo.
Aunque la mano verde de la vida
extienda sus fulgores sin sed sobre los prados,
tendremos ya la sed, si nuestra sangre
marcha penosamente, presagio de agonías.

El paisaje es un templo,
un cortinaje, un escenario, un buque
que está allí. Lo tomamos
y le damos mil formas de delirio y apego.
Lo hacemos nuestro, creamos sus colores,
sus formas, su alegría, sus silencios, su música.

¿Quién no ha enterrado a algún amigo
bajo un cielo sin penas,
inoportunamente azul hasta la asfixia?
¿Quién no ha gritado de rabia o de despecho
en una noche blanca de luna inverosímil?
¿Quién no ha llorado junto al mar glorioso
como una puñalada de desdenes,
el abandono o la soledad?

El mundo es nuestra obra,
y la belleza sale de nuestros ojos,
y se posa feliz, en los pedruscos
más grises del camino.
Seguiremos creando muros contra diamantes,
enjambres de palabras o nubes o silencios,
muertes o bienvenidas.
Tenemos la palabra,
como decir los mundos.

Julieta Dobles
De su libro: POEMAS PARA ARREPENTIDOS

jueves, 15 de julio de 2010

ACROBACIAS MENTALES

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Maripolius



Os quería contar, ya sabéis: intimidades
sobre el eco terrestre de nuestros desvaríos,
cuando aparecen las alas de Dios
y nos dicen, antes de entrarle de lleno a la vida,
la razón infantil de algunos besos eváticos.

Vez, como todo lo que tengo, ofrezco:
acrobacias mentales de la noche irisada,
caricias de un diciembre que acuna su alma inquieta,
los pensamientos que duermen su orgullo
en el aburrimiento de la noche.
Sí, ya sabéis, esa noche que siempre viene
cargada con antiguas historias por vivir.

Os quería contar y os voy a contar
los matices del sí desnudo,
ese que sube al cielo de algunas tempestades
y vuelve, y vuelve como sentencia o sumisión.

Os quiero contar los motivos
que tiene un ángel
para marcar su rastro
con triste vocación de muchedumbre:
solo quemar su anciana arborescencia.

lunes, 8 de marzo de 2010

PAUTAS PARA ENTENDER POESÍA I



DESDE EL FONDO DEL POEMA

Pautas para entender poesía

Maximiano Revilla




“El ropaje del alma es el lenguaje…”

Fedro

El verso es una belleza no creada,
la que permanece debajo, muy por debajo
de la capa del maquillaje, es el poema

“El poema esta hecho
de estrellas malheridas
y de muchos suspiros”

Laureano Alban

El poeta tiene que ser huésped de una sola noche, un hombre o una mujer, cuya única empresa consista en dejarse influir por muchísimas presencias extrañas, una persona que siempre deja abierta la puerta de su habitación a todos los vientos. Alguien que amplia el paisaje de nuestra memoria

J. L. Borges


La poesía hecha ahora, puede entretener a las masas e iniciarlas en la expresión de su propio sentir externo; ya que su interior solo podrá ser ocupado cuando lleguen los nuevos poetas con su nueva sentimentalidad.

Antonio Machado


La poesía no se atiene a la idea del progreso, sino al principio del eterno retorno.

Luis Rosales


Todo poema se cumple a expensas del poeta y del lector.

Octavio Paz


La poesía es
un sistema de espejos
giratorios, que se deslizan con armonía,
desplazando luces y sombras en el probador

Pere Gimferrer


La poesía es como la amante ideal y real que no se deja coger del todo y así permanece eterna.

Juan Ramón Jiménez



La poesía, más que del lenguaje, proviene del silencio, y yo no soy más que la esquina por donde se asoma.

Ko Un




Agua del buen manantial,
siempre viva,
fugitiva;
poesía, cosa cordial.
¿Constructora?

Antonio Machado



El poeta es un fingidor

Fernando Pessoa

domingo, 7 de marzo de 2010

COSAS PERSONALES




¿Quién pudiera al influjo sagrado
de un soplo celeste
despertar en el árbol florido
las rimas que duermen!
Rubén Darío





Me amuerma ver algunos días
suicidas que se lanzan
como pluma o paloma
del balcón, al vacío
paso de las sirenas.

Me inquieta que las hojas
se aparten desconfiadas
del cuerpo en la caída.

Hoy me impresionan
los detalles de la blasfemia,
ese líquido rojo en las baldosas
donde se firma mi jubilación,
las tres o cuatro cosas personales
que comparten los nombres.

No vive el que no llora,
el que no sangra,
el que nunca tropieza
con su vecina en el supermercado.

viernes, 18 de diciembre de 2009

LA BRISA DEL PICO LUTERO 2ª entrega


Apenas recién instalado, cuatro días antes de abrirse la veda, fantaseaba con el lance y el encuentro; con el ángulo que debía emplear para abatir la pieza, con la trayectoria a seguir por el ojo fijo del punto de mira, con el desenlace. Serían las doce, o así, poco después de terminar el tejado de la casa que fue de mis padres y que gracias a mi hermano hoy se conserva, después de comer el torrezno y para hacer mejor la digestión, salir a pasear por los alrededores, cuando a veinte metros de casa, a la orilla del río Avión, mientras en la cabeza solo tenía, el vuelo completo de la codorniz, con los pies, a punto estuve de pisarla a ella y a sus crías. Salieron de frente como los tres deseos del genio de la lámpara, levantando el vuelo desde la maleza, como si se burlasen de mí, como si supiesen que todavía estaba prohibido matarlas, y que la cámara de fotos aún permanecía dentro del equipaje, como si sólo quisiesen mostrarse, para decirme que sí, que claro que todavía existían.

Fue Chema quién me puso sobre la pista de la fauna que aún quedaba en los bosques: lobos, zorros, corzos, el águila, que sacaba en el valle del Coto, dos crías todos los años. Mi cerebro, receptivo y fantasioso, comenzó a lanzar fuegos de artificio, rumores, como de una anunciación, que viniese al campo de vacaciones. Me dijo que, a la caída de la tarde, a la luz sesgada del horizonte, a los escasos charcos que en el río había, bajaba el corzo a beber, que tuviese cuidado, porque también el lobo estaba cerca

Por eso y porque es paseo obligatorio en mi pueblo, subir hasta la Ermita de Santiago y desde allí, al Pico Lutero, para contemplar casi rozando el algodón del cielo, el hermoso panorama que se nos muestran desde su altura. Mil setenta y dos metros y una meseta de, uno cincuenta, por tres diez de tierra arcillosa y pequeños cantos lisos. Es junto a Rabanillo, la mayor altitud de la comarca. Cuentan que, en los días claros, sentados a la sombra del roble, oliendo todo el tiempo a infusiones naturales, se puede ver el mar de las sonrisas, el paladar del misterio sagrado, y esa luz volandera que forma el arcoíris entre las pestañas. De frente, en cada valle, dos afluentes secos, a la derecha, los cimientos de lo que fueron los corrales, y esas pozas donde dice Chema que bajan a beber los corzos. A lo lejos, el rastrojo del trigo cosechado, el engordadero de las codornices para su pronta emigración.

Aquí que es donde se desflora el tiempo. Donde no hay ningún rostro que no esté por dibujarse, ni hay ninguna mirada que no vuele al infinito para recordarnos que, desde siempre, el mundo, nunca se ha cansado de ser multicolor; verde, trigueño, verde codorniz terrosa, verde verano e invierno. Que en la habitación donde se fingen las ideas, el mundo habitante no tiene ningún deseo de alcanzar la perfección y que, en el fondo común de todos los lugares, rezuma sobre una alfombra de brezos, animal la quietud, el morado cómplice de quién espera. Los cuadros ingleses de tu camisa sin mangas, el alargamiento de mis sueños, que parece ser que sólo a mí me dañan.

Sí, es lógico que reconozca que, para llegar, casi, casi nos convertimos en intrépidos exploradores. En el monte bajo, nos rozaban el rostro, los finales de las hojas del roble, nos rozaban como solo roza la noche a los cometas: con pausada serenidad. Nos adentramos en la espesura, abriéndonos paso entre la maraña de urces y matorrales que nacen como escisiones de lo cotidiano En ocasiones para seguir, fue preciso quebrar algunos retoños que nos arañaban

El pueblo al regazo de la brisa del pico Lutero siempre estará ahí, creando entre sus muros y sus esquinas las luces y las sombras de la memoria. En el cementerio, nombres de rostros que ya no recuerdo, y justo a la puerta, contemplándolo todo, como a ella siempre le gustaba, mi madre; mi padre, también al igual que siempre en segundo plano, un poco más a la derecha.

Maximiano Revilla